Tal y como suele ocurrir en los aeropuertos, una mujer de 56 años llevaba cápsulas de coca en su estómago, estupefaciente que pretendía llevar desde Florencia Caquetá hasta la ciudad de Bogotá.
Su ruta se vio interrumpida por un puesto de control instalado por la policía y el ejército nacional en un sector de la vereda el Avispero en el municipio de Suaza al sur oriente del Huila, que requirieron un registro a los pasajeros del bus de servicio público, en el que viajaba la señora.
Cuando los pasajeros descendieron del vehículo uno de los caninos entrenado para detectar sustancias alucinógenas, olfateó con intensidad a una mujer identificada como Teresa Hernández Ramírez de Cáqueza Cundimarca, quien mostró a las autoridades dos envolturas plásticas de color negro de forma cilíndrica las cuáles contenían base coca, en medio del susto por sentirse descubierta, la mujer confesó que dentro de su organismo tenía 38 cápsulas iguales a las que traía en la mano.
La mujer que se desempeñaba como ama de casa al parecer había, prestado su cuerpo para el traslado de la droga por la necesidad económica.
Con el fin de que lograra expulsar las cápsulas que llevaba en su organismo, fue llevada a un centro asistencial de salud en Suaza, pero al no existir los medios adecuados para su atención, fue remitida hasta el municipio de Garzón, donde luego de tres días logró expulsar las 38 cápsulas, con un peso total de 397 gramos.
Al ser dada de alta, las autoridades le informaron que le fue dictada una medida de aseguramiento en el centro Penitenciario y Carcelario ‘las Mercedes’ del Municipio de Garzón, con traslado inmediato.