Tétrico. Los cuerpos sin vida de cuatro personas, tres hombres y una mujer, fueron hallados en una camioneta Toyota Prado en la autopista Norte con calle 223, en el norte de Bogotá.
Cuando eran las 10 de la noche las autoridades arribaron al lugar de los hechos alertados por un llamado de alerta de los vecinos del sector. El temor de la ciudadanía era que se tratara de un dispositivo explosivo. Al inspeccionar el vehículo se percataron del macabro hallazgo.
En este momento se hace una inspección de las cámaras de seguridad para determinar el recorrido de la camioneta y así determinar cuál fue el origen de los hechos. Las víctimas son muy jóvenes, podrían tener entre 20 y 30 años pero eso solo lo determinará la inspección a los cadáveres.
Según en coronel de la Policía Metropolitana de Bogotá Herbert Benavides se presume que la camioneta fue trasladada hasta el lugar donde se encontró, es decir, que el asesinato se habría llevado a cabo en otro lugar. Lo más tétrico es que uno de los hombres tenía una bolsa negra en la cabeza. Es decir, signos de tortura. Según las primeras versiones todos parecen tener impactos de bala visibles.
Los cuerpos encontrados correspondían a personas jóvenes y en una primera inspección no fue posible establecer sus identidades, algunos especulaban que se trataba de personas de nacionalidad venezolana, pero eso no se ha confirmado. Aunque no se puede descartar la hipótesis de un robo también preocupa que se trate de un caso más de ajuste de cuentas entre bandas de microtráfico. Pero eso será materia de investigación.
Según el Fiscal de la Seccional Bogotá, José Manuel Malaver, el ente puso a disposición de esta investigación toda su capacidad con un especialista del Instituto Nacional de Medicina Legal , otros expertos de la Sijín de la Policía y también se requirió la ayuda de un fiscal itinerante que está coordinando todos los procedimientos pertinentes para determinar la identidad de las víctimas. Es decir, para realizar los actos urgentes.
Malaver dijo que los hechos son demasiado recientes para vincular este caso con el modus operandi de alguna banda en específico, es decir, con los casos de los llamados embolsados.
REDACCIÓN BOGOTÁ FUENTE carmal@eltiempo.com