Aproximadamente una mujer durante toda su vida fértil utiliza y desecha al menos 4.800 compresas o tampones, esto explica que en este siglo se hayan acumulado 20 billones e desperdicios de compresas y tampones.
En su mayoría los compuestos de estos tampones son “plástico puro” que pueden tardar hasta 800 años en descomponerse, según varias investigaciones como una que realizó la Unión Internacional para la conservación de la naturaleza (IUCN) avisa que la mayoría de los micros plásticos de los océanos proviene de textiles sintéticos, los productos de higiene menstrual.
Los expertos han defendido el uso de las copas menstruales, las cuales no generan la misma cantidad de residuos y nos desprenden “sustancias tóxicas, mutagénicas, cancerígenas para el medio ambiente. Están hechas en silicona y pueden ser reutilizables durante 10 años.
tomado del Espectador