Luego de los fuertes golpes que recibió Doña Oliva Rojas Salinas de 87, una indefensa abuelita que vive en el barrio Trinidad de Pitalito, causados por una mujer que le golpeó la cabeza con una piedra, para robarle sus pertenencias, la fuerte ancianita, finalmente falleció.
Las graves heridas que le causaron trauma craneoencefálico, generaron una hematoma que le obstruyó una vena en su cerebro; la abuelita siguió hospitalizada desde el día del ataque y por su gravedad fue remitida a Neiva donde después de luchar 17 días para mantenerse con vida, no lo logró resistir las secuelas que le dejaron la golpiza y murió al en la capital huilense al finalizar la tarde del 22 de noviembre.
Los habitantes del barrio Trinidad se encuentran muy conmocionados por su muerte y muy indignados porque después de lo ocurrido en Pitalito, todo siguió igual, no se adelantaron investigaciones para dar con el paradero de la mujer que hoy es una asesina y las autoridades municipales, tampoco se pronunciaron para dar solución a la problemática que viven en este sector.
Los Hechos.
Los hechos se presentaron aproximadamente a las 5 de la tarde del martes 6 de noviembre, pero sólo hasta las 7 de la noche que llegaron sus inquilinos, fue que se percataron de lo que le había ocurrido a la vulnerable anciana.
Según indicó doña Oliva, ella arrienda las habitaciones de su casa para poder obtener un sustento para su vida, hasta su vivienda llegó una mujer joven, que vestía un Jean de color azul claro, con el pretexto de preguntar por el arriendo de una habitación, asegurándole que ella ya había vivido antes allí y que apenas llegaba de España; con toda confianza, la adulta mayor, permitió que ingresara a la vivienda y fue allí cuando la malvada mujer se aprovechó de la indefensión de la abuelita para hurtarle dinero en efectivo, un celular y la Prótesis dental que contenía dos dientes de oro.
En medio del temor doña Oliva quiso impedir que la robaran, pero la mujer, con el fin de lograr su objetivo, tomó una piedra que estaba en la cocina y golpeó en varias ocasiones a la abuelita en la cabeza causándole múltiples heridas con fractura craneal y lesionándole además su mano derecha.