El espíritu de Nelson Carvajal habría perseguido a Fernando Bermúdez hasta su muerte
Inocente o culpable, como en las novelas de terror, la sombra, el espíritu o el solo nombre del asesinado periodista Nelson Carvajal Carvajal, pareciera que nunca se apartó del poderoso constructor.
Aunque la justicia colombiana en abril de 2001 declaró inocente al empresario de la construcción Fernando Bermúdez Ardila, en la mayoría de la gente del sur del Huila, en su familia, incluso en los directores y dueños de los grandes medios de comunicación nacional e internacional, quedó la sensación de que él y nadie más que él, habría sido el determinador de tan terrible crimen. La justicia más implacable no es la institucional, la que imparten los jueces, sino esa justicia de la intriga, la creencia y la malicia que nunca se borra de la mente del pueblo del común y del corriente, que da por sentado que esa persona señalada de un crimen, aunque ande libre por las calles y goce de alguna reputación por poseer una fortuna, esa es la culpable. Pero también esa creencia y convicción queda en la psiquis de los grandes pensadores y conocedores del derecho, para quienes no siempre es inocente el que demuestra mediante pruebas, a veces reforzadas, ese derecho.
Cómo titularon lo grandes medios
Mientras en Pitalito y el Huila los medios digitales titularon que el escritor, o el empresario Fernando Bermúdez se suicidó, los grandes medios nacionales registran así la noticia.
El Espectador: «Acusado de asesinar a periodista Nelson Carvajal se suicidó durante audiencia«.
EL TIEMPO: «Nelson Carvajal: hombre señalado de matar al periodista se suicidó en audiencia«.
infobae de Argentina: «Nelson Carvajal: principal sospechoso del asesinato del periodista se suicidó en plena audiencia«.
Revista SEMANA de Colombia: «Impactante: acusado de asesinar al periodista Nelson Carvajal se suicidó en plena audiencia».
Caracol Radio: «Acusado por el crimen del periodista Nelson Carvajal se suicidó en plena audiencia».
EL COLOMBIANO de Medellín: «Exconcejal investigado por homicidio del periodista Nelson Carvajal se quitó la vida en plena audiencia»,
Esto solo para mencionar algunos, pues los medios regionales de Barranquilla, Cali, Bucaramanga, Medellín y hasta en Córdoba, son similares. Y algo mucho mas significativo: todos estos medios pusieron en sus portadas la imagen del periodista laboyano Nelson Carvajal y no la de Fernando Bermúdez.
¿Quién fue Fernando Bermúdez Ardila?
Fernando Bermúdez Ardila nació el 9 de agosto de 1963 en la ciudad de Armenia, departamento del Quindío, el el hogar de don Jesús María Bermúdez Castro y Nancy Ardila de Bermúdez. Allí estudió su primaria y secundaria.
En 1980 llegó al municipio de Pitalito, departamento del Huila, donde, según decía él, vino a reclamar una herencia de su abuela que había fallecido. En Pitalito se casó con la señora Elvia Piedad Llanos Niño con quien contrajo matrimonio, fruto de esa unión nacieron sus hijos, Juan David y Sofía Alexandra.
Al radicarse en esta ciudad inició en 1982 un novedoso negocio de calzado a crédito. Algo nunca antes visto en Pitalito, pues siempre los créditos han existido para comprar bienes muebles e inmuebles de gran valor, pero nunca para comprar zapatos. El éxito fue total y allí comenzó su vida empresarial o de gran emprendedor, como dicen ahora.
En el año de 1990, Fernando Bermúdez Ardila ingresa al mundo de la política al lado del dirigente laboyano Ricardo Ayerbe González, en el movimiento Acción Cívica Laboyana como suplente al Concejo de Héctor Hernán Basto Tovar (q.e.p.d.). Para el año de 1992 decide hacer parte de la misma lista ya como principal y fue electo concejal con 298 votos. Para el periodo 1995 a 1997, Bermúdez saca la primera votación para el concejo con 710 votos, por el partido Conservador Colombiano.
De los zapatos a la construcción
Desde 1992 Fernando Bermúdez irrumpe en la construcción de viviendas en la ciudad de Pitalito con proyectos como Villa Sofía, primera y segunda etapa para la llamada clase media de entonces. Rápidamente se extiende a construir varios edificios en el centro de la ciudad, incluso uno que llevaba su apellido: edificio Bermúdez-Llanos. Luego comienza a construir en dos frentes, uno para las clases populares como fue la Urbanización Las Acacias, primera y segunda etapa y el conjunto residencial Valle Verde para clase alta, frente al Batallón de Infantería Alto Magdalena y el otro proyecto dirigido a la clase media denominado Villas de San Roque.
A decir de expertos ingenieros de la construcción de vivienda la mayoría de estos proyectos no cumplían con las especificaciones de calidad aplicados por las normas de la época. Tampoco cumplió con las normas de Planeación municipal como la pavimentación de las vías y los alcaldes de turno fueron permisivos, y nunca le hicieron cumplir.
Las Acacias fue su dolor de cabeza
En la urbanización Las Acacias sus compradores comenzaron a quejarse de la mala calidad de las viviendas, unas con enormes grietas en sus muros y pisos, otras se desmoronaban al menor golpe, en fin.
Las quejas no tuvieron eco en la administración municipal de la época, cuyos funcionarios parecía no interesarles las solicitudes.
Fue como siempre la prensa la que comenzó a escudriñar y recepcionar las denuncias. Pero no toda la prensa, de las tres emisoras radiales de la época solo Radio Sur, cuyo valeroso periodista y docente Nelson Carvajal comenzó a realizar visitas al sitio y en sus dos noticieros, el de la mañana y del medio día, se comenzó a delatar las falencias de esta constructora.
La mala fama y las consejas comenzaron a hacer efecto en los negocios del para entonces poderoso constructor quien ya era mimado por los políticos y cierta clase social de Pitalito que lo veía como el gran emprendedor.
Amenazas al periodista
Nelson Carvajal denunció amenazas contra su vida. Las hizo en la radio y radicando denuncias penales que nunca tuvieron mayor relevancia. Las amenazas aunque no tenían autor, siempre el periodista señaló al soberbio constructor, quien negó estar detrás de las mismas.
Sin embargo, su familia, amigos y el mismo valiente comunicador subestimaron esas amenazas, bajo la creencia que la sola denuncia pública mitigaría las mismas.
Sin embargo, la tarde del 16 de abril de 1998 el periodista fue asesinado por dos sicarios que se movilizaban a pie. Le dispararon cuando salía de impartir clases en la Escuela del barrio Los Pinos, que hoy lleva su nombre.
Comienza el calvario para Fernando Bermúdez
Allí comenzó un largo calvario para el empresario de la construcción, pues de inmediato fue señalado por el dedo acusador de ser el autor intelectual de dicho crimen.
Fue a la cárcel donde estuvo recluido por un buen tiempo y luego se ser absuelto la batalla jurídica continuó hasta su muerte.
Final del suplicio
El viernes 2 de septiembre, cuando afrontaba un nuevo juicio, este ordenada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) que condenó al Estado colombiano en 2018 y además, ordenó la reapertura de la investigación y el juicio, desde su casa, ubicada a las afueras de Armenia, Quindío, se conectó a la audiencia a eso de las 3 de la tarde, para responder como sindicado de participar en el crimen del periodista Nelson Carvajal.
Minutos después de iniciada la diligencia de manera virtual, el empresario sacó un arma con la que se quitó la vida. El exfiscal general Mario Iguarán, su abogado, dijo que lamenta mucho este hecho, resaltando que en su vida profesional nunca había visto algo como lo que sucedió este viernes.
El espíritu de Nelson Carvajal
Inocente o culpable, como en las novelas de terror, la sombra, el espíritu o el solo nombre del asesinado periodista Nelson Carvajal Carvajal, pareciera que nunca se apartó del poderoso constructor, y como si ayudara a exigir justicia terminó perturbando su psiquis, la que no soportó más y con sus propias manos puso fin a ese suplicio.
Por Santiago Villareal SVC NOTICIAS.