La felicidad de hacer lo que nos gusta no tiene precio, además es una felicidad irresponsable y rara que disfruta venciendo el miedo que acosa e intenta acobardar utilizando varias vías de intimidación, que incluye, a veces, la inmensa tristeza de despedir el cadáver de los colegas que honraron la verdad.

García Márquez en su libro ‘Del amor y otros demonios’, dijo que “no hay medicina que cure lo que no cura la felicidad”, por eso esta fecha es importante porque nos enfrenta con esta felicidad de ponerse en el lugar de los demás, comprender a los otros y obligarse, todos los días a la auto capacitación, a estudiar el mundo para no perder la pasión.

Hay que hacer en este día un homenaje a los periodistas de las provincias, que hacen lo mismo que hacen los demás: Preguntar, dudar, confirmar, informar, pero que deben añadir ser vendedores de publicidad para subsistir y alcanzar la felicidad que depara este trabajo. No es fácil, porque las condiciones de tener que comprar espacios radiales y a la vez conseguir lo de los gastos básicos de cualquier ser humano, los pone en las uñas de los corruptos que intentan aprovechar las circunstancias para comprarles la conciencia. Sin embargo la mayoría de ellos entienden que deben estar lejos de la tentación y lejos del poder, como decía el maestro “Si el periodista transa con el poder destroza el mejor argumento de su legitimidad y el único escudo de su fortaleza”.

Hoy hacemos el recordatorio del 9 de febrero de 1791 cuando nació el Día del Periodista en Colombia, debido a la aparición del primer periódico bogotano, ‘Papel Periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá’, dirigido por el cubano Manuel del Socorro Rodríguez de la Victoria. No hay otra fecha a pesar del error cometido en el artículo seis de la ley 918 de diciembre del 2004, sancionada por el presidente Álvaro Uribe, que determinó que el 4 de agosto de todos los años sería el Día del Periodista y Comunicador en conmemoración de la primera publicación de la Declaración de los Derechos del Hombre, realizada el 4 de agosto de 1794 por Antonio Nariño Precursor de la Independencia. Falsedad histórica, porque la primera publicación de la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano fue el 15 de diciembre de 1793 y no el 4 de agosto.

Este hecho lo confirmó la Academia de Historia de Colombia, que además reconoció a Nariño como el primer periodista político de Colombia, y por eso decidió en resolución de octubre 14 de 1966, consagrar la fecha del 15 de diciembre como el día de la Prensa Colombiana, es decir de los medios. Pero es hoy, 9 de febrero, el día para celebrar esta felicidad de ser periodista, lo demás son inventos, caprichos y falacias.

Por Antonio Colmenares Martínez

ANTONIO COLMENARES

 

 

 

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