Con una participación de 1.672 votantes, de los 5.370 que estaban habilitados para sufragar, el “Sí” consiguió el 97,13% de los apoyos. Salvo 35 tarjetones marcados con el “No”, 7 que fueron decretados como nulos y 6 que no estaban marcados, unos 1.624 habitantes de ese municipio acudieron a las mesas para revocar a la alcaldesa, quien fue elegida en octubre de 2019 por el partido Centro Democrático.
La revocatoria de Susa es un hito, si se tiene en cuenta que hasta el momento el único proceso similar que había salido adelante en el país era el de Tasco, Boyacá, que en julio de 2018 resultó con la salida de la administración local del entonces mandatario Nelson Javier García Castellanos.
Dice Rincón que Ximena Ballesteros incumplió su programa de gobierno y sentencia que había una “insatisfacción general” con la gestión que venía desempeñando desde ese municipio de Cundinamarca, que es cercano a Bogotá.
En la votación de la revocatoria a la ahora exalcaldesa de Susa participaron como veedores promotores de las revocatorias del mandato que están en trámite en las ciudades de Medellín y Pitalito (Huila).
El siguiente pasó para Susa consistirá en que el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García Bustos, designe un alcalde encargado y convoque a elecciones para elegir a un nuevo burgomaestre, para terminar los 23 meses que faltan para culminar este periodo en la administración local.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) detalla que para lograr una revocatoria del mandato debe cumplirse con el umbral de participación y el umbral de votación, el cual corresponde a la mitad más uno de los votos ciudadanos que participen en la respectiva convocatoria, siempre que el número de sufragios no sea inferior al 40 % de la votación total válida registrada el día en que se eligió al respectivo mandatario.
Esas condiciones que traza la institución están establecidas en el Literal E del artículo 41 de la Ley 1757 de 2015. En Colombia se han intentado efectuar 70 revocatorias, pero solo dos han prosperado: Tasco y Susa.
