Como nunca lo imaginaron, los padres de familia de cerca de 160 niños pertenecientes a la institución educativa Liceo Freire se unieron para hacer una sola fiesta llena de espectáculos especiales dirigidos a los niños.
Con bailes, coreografías, obras de teatro, chirimías y disfraces volvieron a ser niños, volvieron a sonreír y se olvidaron de sus actividades, sus rutinas, sus trabajos, de su afán y hasta de la vergüenza (asunto que aprendemos de adultos), unos se vistieron de ranitas, otros estamparon en camisetas las fotos de sus hijos, otros sin importar si estaban coordinados o no se subieron a la tarima para bailarles a sus hijos, otros reactivaron su memoria para presentar una obra de teatro y otros renovaron su espíritu infantil y se convirtieron en los personajes de la vecindad del chavo. Un verdadero espectáculo con la coordinación de los educadores de esta institución y su directora Alba Judith Narváez que disfrutaron como niños.
Pero esta importante actividad con motivo de celebrar el día de los niños y las niñas, tenía una sorpresa adicional, los papitos de cada niño dispusieron de tiempo y creatividad pero ante todo de mucho amor para elaborar durante días y con sus propias manos, en materiales reciclables juguetes para sus hijos, como carros, castillos, naves, cocinas, pistas, parqueaderos, edificios, y todo tipo de juguetes que se les ocurrieron, curiosamente los niños recibieron estos regalos como si fueran los más costosos o de marca en el mercado y los exhibían como si fuera el mejor premio ofrecido por sus padres.
Los niños disfrutaron como nunca, no se esperaban estas sorpresas, reían y aplaudían sin parar mientras con asombro y orgullo veían todas esas capacidades que tenían sus papás y que jamás las habían demostrado. Lo que nunca se imaginaron los padres era que sus hijos serían tan felices como espectadores, al ver a sus progenitores volverse niños como ellos.
Vídeos y fotos, suministradas por padres de familia.