Yenny, patrullera de la Policía, trabajaba en Caquetá, pero cuando su salud se complicó fue traslada a Bogotá, donde murió. Él falleció un mes antes y ella nunca lo supo.
En Florencia, Caquetá, una familia vive un verdadero drama producto de la muerte de un padre y su hija tras contagiarse de COVID-19.
La patrullera Yenny Macias tenía 36 años y hacía poco tiempo había cumplido el su sueño de trabajar en Caquetá, al lado de sus padres.
“Es algo terrible. Hace un mes y seis días falleció el papá por COVID y Yenny Patricia duró dos meses y seis días luchando. Se nos infartó después de estar muy recuperada, se había recuperado”, cuenta entre lágrimas Berenice Páez, tía de la uniformada.
Cuando la trasladaron de Caquetá a Bogotá por las complicaciones de salud, Yenny se fue preocupada por sus padres.
“A pesar de que ella no sabía que él papá se había muerto, ella sospechaba porque no lo podía ver en sus videollamadas”, dice Berenice.
En la institución, la patrullera fue condecorada e, incluso, brindó servicio en Florencia durante la pandemia.
“Yo sé que mi hijita fue muy feliz, muy trabajadora, muy responsable en todas sus actividades, en todo lo que tenía que hacer.
Ella era muy feliz en la institución”, recuerda su mamá, Dolores Páez.
En su ciudad natal se realizarán las honras fúnebres de la mujer, en medio de un homenaje de sus compañeros de la Policía.