Los arqueólogos que temían un gran daño en una pirámide prehispánica de México, tras el devastador sismo de septiembre de 2017, se llevaron una grata sorpresa; al principio estaban temerosos de que el terremoto del 19 de septiembre hubiera dañado la pirámide de Teopanzolco en Morelos, el estado donde se registró el epicentro.

Los expertos realizaron un escaneo sobre la pirámide y encontraron la estructura desconocida. El hallazgo se dio cuando científicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia utilizaron un escáner para verificar si había daños estructurales en la pirámide.

Pero en lugar de daños, encontraron vestigios de un antiguo templo oculto en la pirámide.

 

Pero en su lugar, los arqueólogos encontraron los restos de un templo de seis metros de largo por cuatro de ancho, donde hallaron un quemador de incienso y fragmentos de cerámica.

Este centro ceremonial se encuentra a unos 70 km al sur de Ciudad de México.

Se cree que data del año 1.150, cuando la región estaba dominada por la cultura Tlahuica, uno de los pueblos aztecas de la región central de lo que hoy es México.

La estructura está dedicada a Tláloc, el dios de la lluvia.

La arqueóloga Barbara Koniecza dijo que el terremoto de magnitud 7,1 que sacudió México en septiembre causó daños considerables en el centro ceremonial, en particular en dos templos.

«La pirámide sufrió una considerable reordenación del núcleo de su estructura», dijo Koniecza.

La investigación sugiere que los tlahuica vivían en docenas de pequeñas ciudades-estado en el área del actual estado de Morelos.

 

 

 

Se cree que las estructuras principales en el sitio arqueológico datan del siglo XIII, lo que significa que el templo recién descubierto es de una época previa.

Para diversas culturas prehispánicas era común construir sobre antiguas edificaciones.

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