En mayo de 2019 Fabio Alexander Muñoz Muñoz de 37 años, más conocido como “Capitalino”, fue internado en la unidad de cuidados intensivos de Neiva, después de recibir una herida en la pierna izquierda al ser atacado en segunda ocasión por Luis Alejandro Males conocido como alias “Chuki”, en medio de una riña en el municipio de San Agustín. Leer más 

A finales de julio, Fabio Alexander fue capturado, acusado por el delito de homicidio contra José Arbey Mora Salcedo de 35 años, en el barrio Siloé de San Agustín, ocurrido en el mes de abril de este mismo año. Leer más 

De acuerdo con información de su familia fue llevado a la cárcel de Pitalito, compartiendo patio con alias “Chuki” quien lo había herido meses atrás, herida que lo dejó dependiendo de unas muletas, que, según la versión de la familia, no fue posible que se las dejaran ingresar al centro carcelario, el encarcelamiento, no le permitió continuar con su tratamiento y controles para la recuperación de la pierna herida que le comprometió la vena femoral.

La esposa de Fabio Alexander, desesperada por la situación de salud que padece su esposo, terminó contactando a un presunto abogado, al parecer conocido de su esposo que le prometió ayudarles para que él tuviera la posibilidad de asistir a los controles cardiovasculares haciendo uso del seguro carcelario al que tiene derecho.

“Para poder adelantar las diligencias, me conseguí la plata prestada y le consigné a ese señor tres millones de pesos, con la ilusión de que le ayudara a mi esposo, para que él se mejore pronto, porque allá en la cárcel sin muletas no puede caminar y eso no le dieron ni colchoneta, a mí me tocó comprarle, por eso en mi desesperación le giré a ese señor que me robó la plata y ahora me amenaza para que no ponga la denuncia”.

Ahora ella teme por su vida y la de su esposo, porque además de la situación de salud,  tras las rejas, tiene miedo que a él o a ella le hagan algo.

“Yo estoy vendiendo rellenas, chorizos, avenas y demás para poder devolver esa plata, porque imagínese, mi esposo esperanzado a que yo lo ayude y a mi me da pena decirle que me robaron toda esa plata”.  

“Estoy esperando que desde la cárcel con el seguro ese que le dan allá, lo dejen asistir a los controles, porque no ha podido ir ni al primero”

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