La inflación anual fue del 10,84 % en agosto: ¿Ya llegó a su techo en Colombia?

Alimentos y bebidas no alcohólicas fue el grupo que más jalonó al Índice de Precios al Consumidor (IPC) en agosto. Una inflación tan alta no se registraba desde abril de 1999.
Aunque los esfuerzos del Banco de la República por contener la inflación le han restado velocidad, esta continúa siendo de dos dígitos y enciende las alarmas sobre los efectos que pueda tener en la economía nacional.
Aunque los esfuerzos del Banco de la República por contener la inflación le han restado velocidad, esta continúa siendo de dos dígitos y enciende las alarmas sobre los efectos que pueda tener en la economía nacional.

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) informó este lunes que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación mensual del 1,02 % en agosto. El mismo dato, pero en su versión de año corrido (enero – agosto), alcanzó el 9,06 %, mientras que el incremento anual fue del 10,84 %. En suma, el costo de vida de los hogares colombianos continúa encareciéndose.

Hay que recordar que el IPC es el indicador que engloba la variación de los precios de los productos y servicios que componen la canasta básica familiar. Que la variación sea alta (como es este caso) significa que cada vez más los ingresos de los hogares colombianos alcanzan menos, un fenómeno que, según lo explicado por el DANE, afecta en mayor medida a los hogares más pobres y vulnerables del país.

En agosto, la división de gasto que más jalonó el incremento anual de la inflación fue la de Alimentos y bebidas no alcohólicas, con una variación del 25,57 % y un aporte de 4,33 puntos porcentuales ese 10,84 % general. Esta fue seguida por Alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles (que creció 6,74 % % y aportó 2,19 pp), Restaurantes y hoteles (que es el grupo donde se ubica el famoso ‘corrientazo’, creció 15,73 % y aportó 1,54 pp), Transporte ( 9,48 % y 1,21 pp), Artículos para el hogar y para la conservación ordinaria del hogar (14,75 % y 0,59 pp) y bienes y servicios diversos (10,01 % y 0,53 pp).

En contraste, la división que menos representó un impacto en la variación anual del IPC fue Información y comunicación (en donde se encuentran los planes de telefonía móvil) que decreció 6,66 % y contrajo en 0,25 puntos porcentuales la variación general. Esta fue seguida por Educación (2,51 % y 0,10 pp), Bebidas alcohólicas y tabaco (6,86 % y 0,12 pp), Prendas de vestir y calzado (3,77 % y 0,13 pp), Salud (8,21 % y 0,14 pp) y Recreación y Cultura (5,33 % y 0,19 pp).

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Un dato que ayuda a entender lo disparada que está la inflación es que históricamente en agosto se registra un IPC promedio de 0,08 % (este año fue del 1,02 %, casi trece veces más alta), con una variación negativa del 0,33 % en los precios de los alimentos. Este año, este grupo de bienes no solo fue el que más registró un protagonismo, sino que consolidó una variación mensual de 1,85 %.

En el grupo de divisiones del gasto, que registraron una variación mensual más alta, también se encuentran Bebidas y servicios diversos (1,54 %), Restaurantes y hoteles (1,45 %) y Artículos para el hogar y para la conservación ordinaria del hogar (1,33 %). Otra dato que llama la atención es que en agosto ninguna división registró un decrecimiento en la variación de los precios. La que menos aumentó fue Información y comunicación, con el 0,08 %.

La inflación está disparada por los alimentos

Al revisar el comportamiento del IPC en los últimos meses, se evidencia que en agosto este indicador consolidó su segundo mes consecutivo en dos dígitos. A esto se suma que, desde mayo (cuando la variación anual fue del 9,07 %) la inflación viene en una escalada permanente pasando por el 9,67 % en junio, 10,21 % en julio y 10,84 % en agosto.

Una inflación tan alta no se registraba desde abril de 1999, cuando la variación anual se ubicó en un 11,17 %. También hay que decir que las previsiones para esta cifra no eran tan altas, pues los analistas tuvieron en cuenta la histórica tendencia de contracción que representan los alimentos para el mes de agosto. Este año ese comportamiento no solo se rompió, sino que se convirtió en el principal jalonador del indicador.

Según lo explicado por expertos, son diversas las razones por las cuales los precios de los alimentos están por las nubes. Puntualmente en agosto, la Unidad de Planificación Rural y Agropecuaria (UPRA) explica que la temporada de lluvias ha castigado la producción nacional (especialmente en el segmento de las hortalizas y las frutas) pues ha dificultado la recolección, genera pérdidas en los cultivos, reduce la vida útil de los productos y afecta su calidad y presentación.

Según el DANE, en agosto los alimentos que generaron mayores contribuciones en la variación anual fueron las frutas frescas 0,03 pp y la cebolla 0,03 pp.

A esto se suma que el precio de los insumos (como el de los fertilizantes) que también ha registrado alzas en sus precios, el encarecimiento de la logística internacional (por la denominada crisis de los contenedores) y la ‘inflación heredada’ que llega a Colombia por cuenta del conflicto en Ucrania y el aumento del costo de vida en los Estados Unidos.

¿La inflación ya tocó techo en Colombia?

Hay que recordar que desde hace algunos meses el Banco de la República viene en una dinámica de elevar las tasas para intentar contener el crecimiento de la inflación. Con esto buscan desincentivar el gasto, presionando el sistema para que los precios se moderen.

Sin embargo, y contrario a algunas previsiones hechas semanas atrás, la inflación continúa creciendo. El comportamiento registrado en agosto, donde se rompió la tendencia histórica de contracción en el precio de los alimentos, lleva a que analistas como Sergio Olarte, quien es el economista principal de Scotiabank Colpatria, asegure que “todavía falta bastante para que la inflación toque techo y seguramente ya vamos a estar hablando de inflaciones de más del 11 % para noviembre”.

Este analista también asegura que la depreciación del peso colombiano ha hecho que los productos de la canasta básica familiar que son importados (como los de aseo y los insumos para la producción de alimentos) también suban su precio de manera considerable, aportando así al aumento de la inflación. Es por esto que sus previsiones para fin de año es que el IPC pueda llegar al 11,2 % para el cierre de 2022.

En suma, la noticia es que en agosto los ingresos de los hogares colombianos alcanzaron para menos, lo que desde ahora sienta la preocupación de lo que pueda ocurrir con la negociación del salario mínimo en diciembre, pues siempre se busca que el aumento sea superior al de la inflación, lo que se traduce en una mayor carga al tejido empresarial colombiano (que también está preocupado por la reforma tributaria) y por consiguiente la incertidumbre de lo que pueda ocurrir en la economía para 2023, pues muchos pesos se están acumulando en el aparato productivo.

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