El  carro viejo se vuelve carro tanque , ingenio, creatividad y principio de austeridad fueron elementos de importancia para determinar desde la Gerencia de Empitalito asumir el reto de convertir un vehículo abandonado en un Carro Tanque.

Utilizar recursos y logística propias de la Empresa para crear un carrotanque que sirve como regadera de los prados y senderos que por los rigores del verano requieren agua para mantenerlos vivos, y verdes dentro del proyecto Pitalito Limpio y Bonito era una prioridad.

LA URGENCIA.

Con imaginación y buscando ahorrar recursos que se pueden invertir en otros rubros, hace unos días el ejecutivo que gerencia las Empresas de Servicios Públicos de Pitalito, Henry Lizcano  fue hasta el cuarto de San Alejo y encontró un viejo vehículo abandonado, varado, de los que utilizaron para la recolección de la basura en la ciudad.

Empitalito, necesitaba con urgencia el riego artificial de las plantaciones de césped de los senderos, los jardines y las glorietas.

EL ALTO COSTO Y LA NECESIDAD.

Liscano solicitó una cotización al Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la ciudad de Pitalito, para que este organismo prestará el servicio de riego a estos lugares. La cotización llegó por $28 millones de pesos mensuales para hacer dos riegos semanales.

Fue entonces cuando este ingeniero civil, que piensa también como ingeniero industrial por su creatividad, decidió que ese carro varado podía ser convertido en carrotanque para prestar el servicio por parte de la propia Empresa, y así, no solo ahorrarse el costo de una contratación, sino que dicho vehículo quedaría al servicio de Empitalito para otros menesteres, como por ejemplo acarrear agua potable para los barrios cuando así lo necesiten en un plan de contingencia.

Fueron aproximadamente 20 millones de pesos el costo invertido en el carro viejo para adecuar un tanque cisterna, reparación de motor y pintura, el gasto para que Empitalito estrenará este vehículo, que parece nuevo y fabricado por expertos en marcas famosas de vehículos.

LA PUESTA EN MARCHA.

Liscano decidió poner a prueba su invención y fue la noche del sábado 14 de marzo cuando el vehículo recorrió las avenidas para regar los senderos y glorietas, y demás zonas verdes, cuyos jardines y plantas, como seres vivos, recibirán desde el adecuado carrotanque,  las  la lluvia artificial que tanto anhelan y es necesaria para mantener con vida el césped recién colocado.

  

 

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