Mientras personal integrante del modelo nacional de vigilancia comunitaria de la policía nacional realizaba patrullaje por un asentamiento al sur de Neiva, el patrullero Cristian Camilo Calderón recibió por parte de la central la indicación de desplazarse a asistir un parto, situación que generó en el uniformado reacción inmediata para acudir al lugar.
La humilde vivienda a la que llegaron en cuestión de pocos minutos se convirtió en una sala de partos donde el patrullero hizo uso de su conocimiento en asistencia pre hospitalaria lo que le permitió tener la valentía y ayudar a Liliana Ramírez a culminar su labor de parto, el patrullero contó con el apoyo del esposo de la mujer que estaba a punto de desmayarse a causa del dolor.
En medio del nerviosismo de los vecinos que presenciaron la escena y al ver que no alcanzaría a llevar a la mujer al hospital, buscaron la forma de acondicionar el lugar para recibir a la nueva bebé.
“De un momento a otro observé como éste ser indefenso empieza a abandonar el cuerpo de su madre y comienza a ferrarse a la vida asomando su pequeña cabeza, es allí en este preciso instante donde recibí a Ana Cataleiya, quien con indefenso llanto muestra encontrarse en óptimas condiciones, después de 20 minutos de trabajo de parto…aun esperando la asistencia médica y teniendo en cuenta que no debe pasar mucho tiempo procedí a realizar el corte del cordón umbilical y en este momento es donde se desborda en llanto y me sentí muy agradecido ese fue mi mejor regalo de cumpleaños, nunca olvidaré este día y nunca olvidaré a la bebé y su familia”. Indicó el patrullero Cristian Camilo Calderón con una enorme sonrisa.
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