Antes de la audiencia oral, el hombre decidió aceptar de manera voluntaria que había violado a sus sobrinas, cuando eran apenas unas niñas. El juez del caso impuso una condena a 16 años y 8 días de prisión.
Los hechos ocurrieron en zona rural de El Pital, cuando dejaban a las niñas de 5 y 7 años solas con él. El sujeto aprovechaba la inocencia de las menores, para engañarlas jugando al papá y a la mamá, pero el juego terminada en una violación.
Estas acciones empezaron en el 2011, continuando en el 2012, aprovechando la familiaridad con las víctimas; en el 2013, quiso de nuevo acceder a las niñas, pero una de ellas se resistió, no aguantó más y le contó a la mamá, quienes no habían manifestado nada antes, por el temor que les había infundido su tío.