El impacto de la humanidad sobre el planeta Tierra es tan profundo que la masa de todo lo que hemos construido ya supera a la de todos los seres vivos. Eso significa que hemos entrado de lleno en el Antropoceno, la era en la que destruimos el planeta.
Un ejemplo: las calles, edificios y puentes de Nueva York pesan más que todos los peces que hay en los mares. Y la Torre Eiffel tiene un peso equivalente a los 10.000 rinocerontes blancos que quedan en el mundo.
Por cada persona que habita este planeta, se produce cada semana una cantidad promedio de masa antropogénica (construcciones humanas) mayor que su peso corporal.
Hablamos de hormigón, plástico y materiales de carreteras, edificios y máquinas. Si tuviéramos en cuenta la basura, la cifra sería aún más alta.