VOCES ENTRE LINEAS
Estas publicaciones hacen parte de un proyecto académico por parte de estudiantes de comunicación social y periodismo, de la universidad surcolombiana, en la asignatura escritura II, en convenio con aldeasur.com ( segunda entrega voces entre líneas)
Redaccion: Valentina Gonzalez Galindo
José Salazar ha intentado entrar una vez a Estados Unidos, y esa vez fue deportado, su ideal era pasar la frontera entre Estados Unidos y México de manera ilegal, pero al llegar a tierras mexicanas fue encarcelado y posteriormente devuelto a su país. Hoy José nuevamente empaca sus maletas en busca de un segundo intento, esta vez sacó un nuevo pasaporte, se contactó con otro coyote y solo cuenta los días para cumplir su tan anhelado sueño americano. José comenta que nació aquí pero que no quiere quedarse, ve sus oportunidades de crecer y tener estabilidad en EE. UU, el poder ayudar a su familia y darse aquellos “gusticos” que en Colombia tardaría años en darse. Así como José, en Colombia y distintos países de América Latina las personas quieren abandonar sus hogares, de acuerdo a una reciente encuesta de Gallup 2023, Colombia lidera la lista de 13 países latinoamericanos en los cuales sus poblaciones desean irse, con un sorprendente 49% se destaca la aspiración o necesidad de buscar nuevos aires en tierras extranjeras.
Para comenzar, la migración colombiana no es un sueño del hoy, por el contrario, se remonta a 1960 cuando se produjo la primera salida masiva de colombianos rumbo a Estados Unidos en busca de oportunidades, según la cancillería de nuestro país las primeras migraciones se caracterizaban por tener enfoques socio económicos, es decir, salían personas que huían del conflicto armado, pero también que tenían sostenibilidad económica para realizar el proceso migratorio. Según migration pólice, para la época de 1980 ya residían 144.000 colombianos en el gran país americano, cifras que se vieron en constante ascenso gracias a la violencia que marcó la época de los 90, de acuerdo a los documentos históricos de la cancillería una de las problemáticas que impulsaba la migración era el conflicto, las personas huían del país, pero esta vez lo hacían de manera ilegal.
Del mismo modo, el desplazamiento armado por parte de grupos al margen de la ley, es uno de los muchos desencadenantes de la migración colombiana, teniendo en cuenta que la seguridad y la paz tanto física como mental es primordial para obtener calidad de vida, muchos han decidido migrar como refugiados en otros países, el centro nacional de memoria histórica explica que esta cifra pasa los 400.000 colombianos que se encuentran alrededor del mundo, ya sea por persecución política y/o violación de los derechos humanos. Algunos migrantes deciden irse por la vía legal pidiendo un asilo político en otro país, sustentando porque su permanencia en el territorio pone en riesgo su vida y la de su familia, también cabe comparar el otro lado de la moneda, en el cual familias enteras tuvieron la obligación de migrar por la selva del Darién o bien conocida como “trocha” que permite la llegada a Estados Unidos por medio de largas caminatas atravesando países como Panamá, Costa rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México.
Tomado de: National Geographic
Por otro lado, la falta de oportunidades laborales y la baja remuneración cuando se encuentra un trabajo digno incentiva a los colombianos a salir de su país, en el 2022 según un reporte del Centro de recursos para el análisis de conflictos (CERAC) aproximadamente 547.000 colombianos decidieron dejarlo todo para ir en busca de sus sueños incentivados por la necesidad, una cifra que supera las registradas hace más de 20 años, cuando Colombia atravesaba una grave crisis económica y de seguridad. Como si fuera poco, las leyes y los gobernantes que velan por las necesidades del pueblo no muestran ayudas significativas que permitan la permanencia de los colombianos, esto se ve reflejado en la percepción mundial de la política colombiana, desde el punto de vista de Vanderbilt University, Colombia encabeza el ranking de los países percibidos como los más corruptos del mundo, citando el estudio publicado por la famosa revista estadounidense U.S News.
Entre tanto, el panorama social, político y económico, preocupa a la población joven de Colombia, las elevadas cifras de deserción escolar muestran que muchos de ellos están decidiendo salir del país en busca de un futuro mejor, como señala revista semana los jóvenes entre 18 y 29 años son los que más se están yendo. “En Colombia no hay oportunidades” señaló Juan un joven colombiano en Estados Unidos que decidió migrar en enero de este año y considera que allá tiene la posibilidad de hacer dinero sin tener que matarse toda su vida por un sueldo. Este pensamiento ha sido compartido por jóvenes que piensan diferente a las generaciones más veteranas, pues para ellos el tema de trabajar por años y ganarse una pensión a los 60 no es opción.
“yo diría que, con incertidumbre, la única variable que uno puede decir que influye en eso es la devaluación del peso”, dijo Jorge Restrepo, director del CERAC al diario el país, en donde argumenta que la devaluación del peso es otra causante de la salida masiva de colombianos al exterior, puesto que la remuneración económica es muy rentable frente a lo que puede ganar una persona con las mismas habilidades en Colombia. Para el CERAC, la persistencia de la tendencia de la salida de colombianos en enero de 2023, cuando el número de migrantes creció 2.3 veces con respecto al mismo mes el año anterior, indica que podría seguir aumentando en cifras mayores, esta tendencia por un lado es buena para las personas que logran su objetivo, pero puede afectar el país, pues la pérdida de población puede mermar el potencial productivo de las comunidades de origen y tiende a desincentivar el crecimiento productivo.
A modo de conclusión, la migración puede ser una de las consecuencias a diferentes tipos de abandono que han recibido los Colombianos, a de ser triste que para algunos las brechas entre bienestar y felicidad en Colombia están tan abiertas que solo permiten el soñar y buscar esos sueños al otro lado del mundo, quizás el gobierno e incluso diferentes mecanismos políticos y sociales vean la migración como algo normal, sin embargo no todos recurren a este método de supervivencia por gusto, muchos dejan todo lo construido durante años para aventurarse a lo desconocido pasando hambre, frío y necesidades para darle un plato de comida a sus familias, es ahí en donde nace la problemática, ¿Por qué un país con todas las capacidades para sustentar a su población se niega a incrementar estas posibilidades?, cada día que pasa las brechas se abren más y más, y esto se refleja en la cifras de salida de Colombianos que vemos todos los días a cualquier hora.
No se puede romantizar el sueño americano y la migración por necesidad, es base fundamental de un país encontrar la forma de darle manejo a esta problemática, haciendo amena la instancia de un campesino y no sobreexplotando, haciendo ameno el trabajo de un educador y no pagando migajas, haciendo amenas las fuerzas públicas y no poniéndolas en contra de los civiles; crear conciencia en cuanto a la estabilidad de un país también nace en el nivel de oportunidades que sea capaz de dar, el cambio nace desde el amor que mi país me puede brindar, pero ese amor no es solo cultura, fiesta y felicidad, ese amor es bienestar, comida, y oportunidad.