“Lo que pasa es que han instalado por aquí terminalitos y las camionetas de transporte público que pasan para Bruselas, tomaban esta vía transitando a alta velocidad y esta es una zona escolar y residencial donde la mayoría de los habitantes son ancianos y también viven varias personas enfermas, transitan muchos niños los atropellaban y nadie se hacía responsable” Indica don Saúl, uno de los habitantes de este sector del barrio Trinidad en la carrera séptima entre calles segunda y tercera.
Doña Leonor Casas se ha encargado de llevar el registro de todas las peticiones que se han hecho a la administración local y en diálogo con aldeasur.com manifestó: “Desde el 20 de octubre de 2015 radicamos un derecho de petición a las instituciones que integran el comité de movilidad indicando sobre las afectaciones de la salud, el riesgo a la vida y la integridad generadas, además se han presentado muchos casos de problemas respiratorios a causa del polvo que se levanta al ser una vía destapada, es que cada veinte minutos pasaba un vehículo de transporte público con exceso de velocidad y la vía no tiene ninguna señalización ni reductores, hemos enviado otras peticiones adicionales pero nos responden con cartas indicando que van a tomar medidas en el asunto, pero nadie viene a ofrecernos solución, por eso decidimos cerrar la vía con escombros”.
Derecho de petición
Una vez más queda el interrogante ¿Qué tan atentos están los administradores locales de sus municipios, será que nunca recorren las vías del pueblo para conocer la realidad de sus habitantes, o sólo es en época electoral? Dice doña Martha mientras barre el frente de su casa; el caso del barrio Trinidad es sólo uno de los tantos que se presentan con este tipo de problemáticas en el municipio de Pitalito por falta de planeación y control de la autoridad, ratifica doña Leonor un poco enfadada porque nadie responde.
La zona afectada comprende cien casas de familia, el hogar geriátrico, un colegio de primaria y el salón comunal, esta ruta se convirtió en un corredor de altísima peligrosidad por la constante de vehículos que se movilizan hacia Bruselas y por las bodegas que hacen carga y descargue de elementos de varias empresas de la ciudad. “Llevamos como cinco meses y seguiremos con la calle cerrada hasta que nos atiendan”, insisten habitantes del sector.
Recibidos de última notificación.
Investigación y redacción: Dainny Hernández, Álvaro Pérez