Durante semanas los laboyanos ahorraron, programaron y se ilusionaron con el concierto para el cierre de festividades Sampedrinas en el municipio de Pitalito, con la motivación de ver a Sergio Vargas en vivo un artista de talla internacional de esos que poco contratan para esta ciudad.

Publicidad por todos lados y la esperanza que sería el mejor concierto en los últimos años en la región, finalmente llegó el gran día 3 de julio de 2016 y todo estaba listo para la llegada de los asistentes y los artistas; ya cerca de las dos de la mañana el público esperado no llegaba, tal vez sólo cerca de 800 personas ingresaron al lugar y esperaban con incertidumbre preguntándose qué pasaría con el esperado artista internacional y sus teloneros, una fiesta un poco apagada pero con la ilusión de bailar el mejor merengue de las últimas décadas.

A eso de las tres de la mañana se corrió la voz que Sergio Vargas, Jimmy el León y Elenita Vargas de “yo me llamo” ya habían llegado a la plazoleta de eventos ubicada frente al coliseo, pero el empresario organizador del concierto no les cumplió con lo pactado, ni tampoco dio explicaciones al público asistente, por lo que los artistas debieron regresarse hasta su hotel.

Desconcertados los asistentes gritaban solicitando al artista o que se les devolviera el dinero al punto que lanzaron sillas al y elementos al escenario, pero por suerte el encargado del sonido logró controlar a la gente indicando que ni él ni sus equipos tenían la culpa de las decisiones del coordinador de las actividades, proponiendo seguir con la música que él tenía para su repertorio, aclarando que el organizador estaba a las afueras de la plazoleta con el artista Sergio Vargas persuadiéndolo de que se presentara, acción que no se logró ni con la intervención del secretario de gobierno, y varios funcionaros de la administración municipal que estuvieron allí presentes.

Vestidos, alborotados, con sombrero, poncho, raboegallo y con la mejor pinta escogida para el San Pedro se quedaron quienes asistieron al esperado concierto hasta las cuatro de la mañana, y que poco a poco aburridos y sin poder hacer nada tuvieron que salir del lugar lamentándose por la estafa, por haber sido engañados y decepcionados.

Varias personas muy desconcertadas que habían pagado hasta $200.000 cada uno por ingreso en un palco diamante y con la compra de licor a costos elevados se rebelaron ante varios funcionarios de la administración, exigiéndoles que hicieran cumplir el contrato, por fortuna la gente tomó la decisión de irse del lugar y el asunto no pasó a mayores.

“Este triste episodio para Pitalito simplemente refleja que las fiestas deben ser populares, ejemplo que dan los municipios cercanos quienes trajeron artistas de talla nacional e internacional sin ningún costo para el pueblo; no sabemos a quién se le ocurrió, pero en Pitalito se adoptó la mala costumbre de estratificar las fiestas que deben ser para el pueblo, sin duda ese tema de palcos no es apropiado para este tipo de actividades, las fiestas, rumbas o conciertos como las quieran llamar deben ser programadas por la administración municipal y no por empresarios a quienes sólo les importa llevarse el dinero del pueblo, si se pretende invertir en un San Pedro y gestionar recursos para el mismo es necesario que se incluya el costeo de fiestas populares y de alta calidad porque Pitalito es un pueblo convirtiéndose en ciudad que amerita eventos con artistas reconocidos de talla nacional e internacional y con acceso para todos, sin discriminación” dijo uno de los asistentes al evento.

“El gran concierto que terminó en desconcierto, desde un inicio no contaba con la logística adecuada para su desarrollo, no había control en el acceso, no requisaban, si siquiera se instalaron baños públicos por lo que la plazoleta del festival terminó convertida en un…. mejor lo dejo a su libre imaginación donde la gente hizo sus necesidades en el rincón que pudo” comentó una mujer bastante disgustada quien había venido desde otro municipio a disfrutar de la fiesta.

“De acuerdo al decreto 3888 de 2007 los asistente al evento estaban en total riesgo y vulnerabilidad física porque además de no haber baños, no había señalización, salidas de emergencia, ni puntos de salud que deben existir en la realización de eventos masivos como el que se esperaba, el evento no cumplía con los mínimos requisitos de seguridad para su realización” dijo una fuente oficial al cierre del evento preocupada por lo que pudiera suceder.  

Ahora solo queda que el municipio exija la póliza de cumplimiento si es que existe, por que legalmente el dinero debe ser devuelto a quienes pagaron boletos de entrada al esperado show.

“Queda en el ambiente una vergüenza para con la comunidad Laboyana y para con los artistas que lo pensarán dos veces para volver a Pitalito; de esta manera es difícil que vean a Pitalito como una buena plaza para traer sus espectáculos, a ningún artista le darán ganas de venir, lo que llama la atención es por qué este mismo artista en otras regiones cercanas estuvo en tablados populares con ingresos gratis” le gritaba un comerciante a uno de los funcionarios de la administración.

“Es importante resaltar el excelente comportamiento de los asistentes demostrando que en Pitalito existe gente culta con capacidad para grandes eventos y que a pesar de la estafa se comportaron a la altura saliendo de la plazoleta en completa calma”, dijo un oficial que estaba a las afueras, “gracias a Dios no pasó nada”

Al evento asistieron una gran cantidad de funcionarios públicos que tienen ahora la responsabilidad de explicarle a Pitalito qué pasó con el tan esperado concierto.

Investigación y redacción: Dainny Hernández, Álvaro Pérez

www.aldeasur.com

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