Como acostumbraba a hacerlo Raúl Ñañez de 61 años, salió a hacer las labores del campo en su finca en la vereda Cañaveral, pero jamás imaginó que la muerte lo estaba esperando.
Todo parecer indicar que fue atacado, por un enjambre de abejas, del cual quiso refugiarse, pero de tanto correr para evitar a los insectos, se agitó demasiado y terminó atragantándose con su propia caja de dientes.
Sus familiares al ver lo ocurrido, lo trasladaron de inmediato al hospital local, pero lamentablemente llegó sin signos vitales, producto de la asfixia.