Una madre del barrio la Prosperidad del municipio del Agrado en el centro del Huila, preocupada por el estado de salud de su pequeño de 7 años, lo llevó al centro asistencial local, porque el niño llevaba varios días sin poder hacer del cuerpo y se quejaba de dolor en su ano.
Ante los primeros análisis médicos se concluyó que al parecer, el niño había sido abusado sexualmente y por tal motivo fue remitido hasta el centro hospitalario del municipio de Garzón, donde continuaron con el mismo diagnóstico.
El menor padece de déficit cognitivo leve y ante el interrogatorio, por parte de la madre, de los médicos, de psicólogos y autoridades protectoras de la infancia sobre si había sido violado, sus respuestas eran confusas, al punto que manifestó que en un juego, uno de sus compañeros le había bajado los pantalones, pero insistía que él se sentía mal, porque se había comido unas pepas de mamoncillo, por curiosidad,; sin embargo las sospechas de un posible abuso se mantenían y de inmediato fue remitido hasta Neiva, para valoración especializada.
Luego de otra serie de exámenes, incluidos rayos x y la atención por parte de especialistas, descubrieron que sí se trataba de las pepas de mamoncillo que el niño, indicó había ingerido y eran las causantes de su malestar intestinal y corporal.
Gracias al procedimiento que el médico realizó de manera manual, al extraer más de 30 pepas de mamoncillo, se evitó que el niño sufriera mayores complicaciones, salvándole incluso la vida.
Ante el problema de salud y el susto que se llevó la mujer cuando inicialmente se pensó que el niño había sido víctima de empalamiento, ahora el menor enfrenta un daño moral porque fue señalado por algo que no sucedió.
Carolina Vargas Ríos, la madre del menor, asegura que decidió hacer público el caso para aclarar lo sucedido con su hijo y a la vez denunciar el presunto mal procedimiento médico, que ahora afecta la vida social del niño y le ha causado afectaciones psicológicas.
La madre de familia, espera que las directivas del Hospital San Antonio de El Agrado y demás autoridades que conocieron el caso en su momento, ahora le brinden ayuda psicológica al menor y acompañamiento social para que el niño no siga siendo víctima de rechazo.”
Cortesía: Aris Fernando Ordoñez Herrera.
Audio Carolina Vargas Ríos, madre del menor