El valor nutricional de la auyama es capaz de mejorar la visión, reducir el riesgo a desarrollar enfermedades como el cáncer y la diabetes.
La auyama aporta muchos beneficios a tu organismo, es utilizada para combatir:
Anemia: Comer su pulpa es un excelente tónico para combatir la anemia de los niños y ancianos.
Artritis: Un gran alcalinizante de la sangre, contribuye a liberar el ácido úrico, y a mejorar la circulación.
Arrugas: El zumo de auyama aplicado al rostro refresca y desvanece las arrugas.
Apoplejía: ayuda a reponer rápidamente el sistema después de un infarto.
Arterias tapadas: comer las semillas machacadas combinadas con azúcar moreno.
Angina de pecho: las personas que sufren de angina de pecho o que hayan sufrido de un infarto, deberían comer auyama 3 o 4 veces por semana.
Abscesos del hígado: las hojas cocidas de la auyama alivian el hígado rápidamente. De igual manera la pulpa machacada
Cálculos renales: para desbaratar los cálculos renales es preciso dejar al sereno un trozo de auyama y al día siguiente comerlo. También las tisanas de semillas de auyama pulveriza las piedras o cálculos renales
Cáncer: La auyama se recomienda para la prevención del cáncer, lo que demuestra sus grandes cualidades medicinales. Tomar ½ vaso de Jugo de auyama, ½ vaso de Jugo de alcachofa, 1 vaso de Agua de caléndula , y 1 vaso de leche de soya, mezcle todo en una licuadora, agregue miel de abejas, luego cuele y tome el contenido.Dosis: 3 tacitas de las de servir café diariamente.
Cistitis: las semillas de la auyama, al ser antiinflamatoria urinaria, actúa sobre la vejiga de la orina, desinflamando y relajando. Las semillas o pipas de calabaza o auyama se indican en caso de cistitis, infecciones urinarias, incontinencia urinaria, cistocele (desprendimiento de la vejiga urinaria), vejiga neurógena (irritación que se manifiesta por un deseo constante de orinar).
Estreñimiento: La fibra de la Auyama que posee es de tipo soluble y actúa como laxante suave, evitando irritaciones en los intestinos. Es muy buena para enfrentar el estreñimiento.
Aunque la auyama es el ejemplo superlativo, bajo la misma categoría encontramos a las zanahorias, las batatas (leyeron bien, ¡batatas!) y los pimientos (ajíes) de colores.
Entre sus propiedades se encuentra la presencia en altas cantidades de carotenos, vitaminas C y E, potasio, magnesio, ácido pantoténico, mucha fibra y pocas calorías.
Aunque lo mejor de todo es su bajo costo y el hecho de que está disponible prácticamente todo el año. Podemos darnos un banquete de salud sin pagar por las medicinas.
Los nutrientes en la auyama son de clase mundial. Contienen una de las mayores cantidades de carotenos en forma natural conocidos por el hombre, que combinados en una forma única, constituyen una verdadera fortaleza de defensa contra enfermedades.
Los carotenos son unos componentes lipo-solubles que se asocian en plantas y frutas de colores rojos, amarillo, naranja profundo. Hasta la fecha, los científicos han identificado unas 600 variedades, de las cuales unas 50 se integran a la dieta y no todos son absorbidos por el organismo de forma natural. Alpha y beta carotenos, ambos presentes en la auyama, son los que el cuerpo luego convierte en vitamina A, con todo lo que eso representa.
Los carotenos se concentran en una amplia variedad de tejidos desde donde ayudan al organismo a pelear contra los radicales libres, modulan los sistemas de respuesta y mejoran las comunicaciones celulares.
Además juegan un papel importantísimo en la protección de piel y ojos contra los efectos nocivos de la luz ultravioleta. La ciencia estudia la relación de su consumo con la disminución del riesgo de varios tipos de cáncer incluyendo los de pulmón, colon, vejiga, mama y piel.
De tiempo atrás se conocen los beneficios del beta caroteno, pero al unirse a los alfa (presentes ambos en la auyama), los nutricionistas han saltado de puro gozo. Resulta, que su presencia, junto a otros componentes, parece detener los signos físicos del envejecimiento.
Batatas, batatas, batatas
«Sweet potatoes» le dicen los americanos. Las batatas son un tesoro nacional y hemos aprendido a comerlas de todas las formas, todas ricas.
A modo personal, aprendí a apreciarlas cuando alguien muy cercano, siguiendo un tratamiento «post quimio», le recomendaron comer batatas todos los días. No conocía de su riqueza en caroteno y de sus múltiples beneficios. Si tiene la oportunidad, hornee una batatita esta noche para que sepa lo que es bueno…
No se olvide de las semillas
Las semillas de la auyama, que también llaman «pepitas», son ricas en vitamina E, magnesio, potasio y zinc. Si quiere más, también son abundantes en ácidos esenciales omega 3 y omega 6. Si no le gustan en la presentación industrial, hágalas usted mismo.
Remueve completamente los restos de pulpa y lávalas con agua corriente. Vierta un chorrito de aceite de oliva sobre ellas y algo de sal y lleve al horno en una bandeja de hornear galletas, a 350 grados, por 15 ó 20 minutos. Deje enfriar y conserve en un envase a presión.