Perdóname por mis momentos de mal genio por los afanes del mundo.
Perdóname por no atenderte cuando tu alma así lo exigía.
Perdóname por no estar presente en tus logros pequeños en nuestra vida de adultos e inmensos en tu mundo.
Perdóname por lanzarme agresivo y lastimarte con golpes de grande en tu cuerpo de niño.
Perdóname por escuchar un partido de futbol y no tus necesidades.
Perdóname por atender mejor a los amigos que tus preguntas.
Perdóname por dejarme llevar de los juegos de adulto y no compartir los juegos de niños.
Perdóname por mi inexperiencia de joven y mis actos sin sentido.
Perdóname por dejarme llevar del mundo y no disfrutar contigo del árbol el pájaro y las nubes.
Perdóname adorado hijo por no tener el tiempo para soñar contigo los sueños de niño
Adorados Hijos; Mi mundo cambia y estoy consciente del amor que les tengo, ustedes son la fuerza que motiva nuestro ser, en ti se cristaliza el sueño del ser humano y la fuerza que motiva nuestra acción de ser padres.
¿Cuántas veces le pedimos perdón a nuestros hijos por algo que nosotros no hicimos correctamente? Pedir perdón a nuestros hijos les aporta, entre otras cosas: Seguridad y confianza,Felicidad y reconforte,Empatía y asertividad, Integrar el perdón como herramienta personal
Feliz día PAPÁ….