Es cierto, celebrando la muerte en condiciones donde los adultos si se caen y se mueren no “pasa nada” solo sufre la familia, satirizando, pero que los niños sufran las consecuencias de sus allegados y familiares irresponsables no tiene precio.

Y debemos dejarlo claro sin rodeos, irresponsables ciudadanos que hablan de cuidar a los hijos, pero les permiten los padres salir con sus motos a celebrar un gran momento pasional alrededor de una selección de futbol que por lo menos disipa el panorama de un país polarizado entre la paz y la guerra pareciera normal, pero no lo es.

¿Pero qué hacer si la cultura de hacer lo que nos venga en gana se muestra de forma desmedida en actos tan simples como celebrar?

Un millar de “ciudadanos” si es que los podemos llamar así, algunos con muy buenas intenciones unos con calma es cierto, pero una mayoría acelerada con la pasión juvenil desmedida y atrevida haciendo lo que se les da la gana con un “desfile” salieron por la calles de la ciudad de Pitalito y seguramente en muchas ciudades a celebrar que el combinado patrio lograra pasar un reto del futbol en nuestro continente americano inclusive sin que sus padres supieran que estaban haciendo sus hijos, da vergüenza.

Y causa gran dolor que el comportamiento de los laboyanos (gentilicio de los de Pitalito) durante la celebración del triunfo del seleccionado colombiano fuera desmedido con el pretexto de salir a celebrar llevándose a todo el mundo por delante es temeroso en una sociedad que habla constantemente de paz.

Ver en las vías a padres de familia o allegados con sus hijos o seguramente serán los sobrinos o hermanos despavoridos a altas velocidades por las vías de la ciudad sin ningún control y sin un tipo de seguridad para ellos y mucho menos para los ingenuos niños es lamentable cuando todos los días hablamos de cultura ciudadana.

Pero es más lamentable que los padres permitan que sus hijos conduzcan dichos aparatos en las vías de la ciudad arriesgando la vida por sus desmedidas velocidades inclusive algunos con rastros de alcohol haciendo de la fiesta una ruta segura para la muerte. Y causa mayor dolor e indignación que los padres sean los que promuevan estos actos con sus hijos delante de sus motos dejándolos a riesgo de una muerte segura.

La noche del viernes 17 de junio, luego del juego ante Perú, muchos “ciudadanos “salieron a celebrar en caravanas motorizadas afectando la normal tranquilidad de muchos que querían dormir y que no participan del futbol “Tu puedes hacer con tus derechos lo que quieras, lo que haga el individuo de al lado, es su problema, no tuyo. Pero si por ejercitar tus derechos causan un menoscabo en los derechos de terceros, tienes que resarcirlo, porque abusaste e invadiste la esfera jurídica de otro”

Y esto sucede en la ciudad y en varias ciudades, la autoridad (Alcaldía, Transito, Policía) debe asumir la responsabilidad de prevenir este y otros momentos que por pasión se puedan salir de las manos de unos pocos que quieren celebrar y tienen todo su derecho, pero respetando el de los demás.

¿Celebración, con riñas, accidentes y hasta muertes, en dónde estamos?

Arriesgar la vida de niños, tomarse las vías sin ningún control y arriesgar la vida de otros por la velocidad de unos inclusive conduciendo con licor en su cabeza no puede ser un acto de celebración acorde a una sociedad que habla de cultura ciudadana que refiere a lasnormas y los valores compartidos por los habitantes de una localidad. En donde los ciudadanos tienen derechos y obligaciones en el marco de la sociedad en la que viven.

¿Dónde están sus hijos a esta hora? ¿Usted como actúa como padre, es responsable con sus actos? ¿y que tan buenos ciudadanos somos? Miremos al interior un poco más y actuemos.

Por: Alvaro Perez Perez – Aura Dainny Hernandez. www.aldeasur.com

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