Según el relato del propio periodista en un medio radial de la región, el padre de la señora Kelly Yuliana Torres, ex supervisora de las operadoras de la manipulación de alimentos para los restaurantes escolares del municipio de Oporapa, propinó agresiones verbales y físicas contra su personalidad.
Los presuntos motivos para este lamentable y reprochable hecho, se debió a las denuncias hechas por el periodista hace unas semanas sobre la mala calidad de los alimentos suministrados a los niños en esta zona del sur del Huila.
Resulta bochornoso que las personas afectadas por estas denuncias recurran a la violencia contra quienes denuncian las anomalías que se presentan a diario, no solo con este tema tan importante y perjudicial contra el erario público y la niñez, sino contra los periodistas que no callamos y decimos la verdad.
Las autoridades judiciales deben investigar y sancionar estos hechos violentos que atentan contra la libertad de prensa; un derecho fundamental consagrado en la Carta Magna.
Rechazamos rotundamente estos actos de hecho y nos solidarizamos con el señor Elmer Peña; y lo invitamos a no callar, porque cuando se sellan los labios, se da la razón a los violentos y corruptos.
Por; Santiago Villareal.