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Noche de horror: la masacre que hirió la paz en medio de la pandemia

Hombres armados asesinaron en Algeciras a un niño, dos jóvenes y una mujer. Su ‘pecado’: ser familiares y vecinos de Nencer Becerra, un desmovilizado de las Farc que hoy trabaja en la UNP. La revista SEMANA cuenta los pormenores de lo vivido en Algeciras Huila la Revista  habló con él desmovilizado.

Masacre en Algeciras: detalles del asesinato de familiares de un excombatiente  
Después de matar a Luz Stella y a Édison Sebastián los violentos no se fueron, pasaron a la finca vecina y, con el mismo procedimiento, asesinaron a Juan David, de 25 años, a Luis Eduardo Gómez Marulanda, de 22 años Foto: Ilustración Jorge Restrepo Foto: Masacre en Algeciras, Huila Foto: Ilustración Jorge Restrepo

Masacre en Algeciras Huila :

La matanza del pasado jueves en la vereda Quebradón, zona rural de Algeciras, Huila, fue lenta. Los asesinos —como en otros casos— no tenían afán.

Llegaron pasadas las 8:30 de la noche a la finca de la familia Barrera. Registraron la vivienda ubicada cerca de la carretera.

Allí estaban Édison Sebastián Moya, de apenas 16 años, y Luz Stella Burgos, de 35 años. Les pidieron que salieran y, en medio del llanto, los mataron.

A ambos los asesinaron por tener parentesco con Nencer Barrera, excombatiente y ahora escolta de la Unidad de Protección Nacional (UNP). Luz Stella era cuñada del exguerrillero y el joven Édison Sebastián, novio de la sobrina de Nencer. La idea era asesinar a todos los Barrera.

Los papás de Nencer —dos adultos mayores— estaban en una casa contigua, más lejos de la carreterra. Desde ese lugar vieron llegar cinco motos y dos camionetas 4×4 blancas a la vivienda de su nuera. Hubo gritos y entonces ellos decidieron correr. Subieron por una especie de montañita y cayeron a una quebrada que pasa por detrás de la finca. Atravesaron un puente colgante en mal estado y allí escucharon los disparos. En completo silencio aguardaron hasta que salió el sol.

“Mis papás alcanzaron a correr y atravesar un río. Por eso ellos (los asesinos) no pudieron entrar porque no tenían la información completa de cómo era el lugar. A ellos los quieren matar porque yo estuve vinculado al conflicto armado”, dice Nencer. La última vez que los visitó fue hace veinte días. Un primo se acercó y le contó que las disidencias querían que todos los Barrera se fueran de Algeciras. Las amenazas no parecían muy convincentes y nadie les dio importancia hasta el jueves. Hoy en Quebradón no queda ningún Barrera. Todos se fueron.

Después de matar a Luz Stella y a Édison Sebastián, los violentos no se fueron, pasaron a la finca vecina y, con el mismo procedimiento, asesinaron a Juan David, de 25 años, y a Luis Eduardo Gómez Marulanda, de 22 años. En medio de las balas, Noé Ahumada Cifuentes, de 59 años, y un pequeño niño de ocho lograron escapar heridos.

Ilustración fuente : www.connectas.org

El menor tiene una herida de bala en el pie derecho y Noé una en el brazo derecho.

Este último logró sacar al niño cargado por entre la maleza. Aún no está claro por qué fueron atacados de esa manera, lo único cierto por ahora es que a Algeciras no podrán volver ni a llorar a sus muertos.

Diego Tello, asesor de paz y derechos humanos de la Gobernación del Huila, dice que la situación es mucho más grave que estos cuatro asesinatos. En total, asegura, han matado a 20 personas durante este año. “Las personas que están asesinando en Algeciras son excombatientes en proceso de reincorporación, presidentes de juntas, líderes comunales y de asociaciones campesinas. Todos tenían un papel protagónico en sus comunidades por su trabajo social”.

Algeciras tiene una posición estratégica para conectar al Huila con Caquetá. En la época del conflicto armado era el centro de operaciones de la columna móvil Teófilo Forero. Ese municipio huilense fue protagonista de cruentos combates. Ahora se lo disputan dos disidencias de las Farc: una afiliada al organigrama de la Segunda Marquetalia, liderada por Iván Máquez y Jesús Santrich, y otra comandada por guerrilleros que nunca se acogieron al proceso de paz.

En toda esa encrucijada quedan los excombatientes y sus familiares. En palabras del asesor de paz, este año han salido desplazadas más de cien familias de Algeciras, y hay cincuenta exguerrilleros bajo asedio para volver a tomar las armas o morir.

Desde que el expresidente Juan Manuel Santos y el entonces líder de las Farc, Rodrigo Londoño, pusieron punto final en 2016 a un conflicto de más de cinco décadas, los ataques contra los excombatientes —ahora sin armas— son sistemáticos en diferentes regiones del país. Los han asesinado en zonas de capacitación, en centros poblados, sectores rurales, en fincas y hasta en sus casas.

Familiares de excombatientes también han resultado heridos en estos ataques ejecutados con barbarie. Desde la firma del Acuerdo, 45 parientes de ex miembros de las Farc fueron asesinados en medio de atentados. A ese caldo de cultivo violento, Nencer le agrega otro ingrediente: la polarización.

“En redes sociales mucha gente justifica la muerte de los excombatientes, porque alguna vez empuñamos un arma. Donde continuemos con esa polarización en el país tendremos unos cincuenta o sesenta años más de conflicto, ya que todo será un ciclo de toma y dame”, dice Nencer. Su decepción es grande, como su tristeza. Quiere sacar a sus padres de Algeciras para no tener que volver jamás a esa tierra que lo vio nacer, pero donde ahora camina la muerte.

“El Gobierno no está cumpliendo con la implementación”
Una de las causas de esta nueva escalada violenta en Algeciras es que el Gobierno nacional no está cumpliendo con el proceso de reincorporación de excombatientes de las Farc, dice Diego Tello. Recuerda que varios de los exguerrilleros han sido desplazados por amenazas y otros han retornado a la vida criminal tras esperar más de un año por las ayudas económicas y sociales prometidas desde Bogotá.

“El Gobierno nacional no está dándole prioridad a la implementación de los acuerdos y esa demora está generando que se vuelva a romper el tejido social en el Huila”, asegura el asesor de paz.

Cuenta que tan solo en el Huila hay 1.100 personas en procesos de reincorporación que están en el limbo, porque no hay directriz clara de qué va a pasar con ellos. Recuerda el caso de un excombatiente que tuvo que salir de Algeciras con su familia por las amenazas de grupos armados. Después de vagar por varias regiones llegó a Nariño. Sin respuestas del Estado, retornó a la vida ilícita y hace menos de un mes lo asesinaron. “No pueden dejarnos solos en esta pelea. Estamos solicitando desde enero que atiendan lo que está pasando en Algeciras y el departamento con las personas en proceso de reincorporación, pero no recibimos respuestas”, dice.

En diálogo con la revista SEMANA, el Consejero Presidencial para la Estabilización y la Consolidación, Emilio Archila, aseguró que el Gobierno le ha cumplido con su palabra a los excombatientes. Aseguró que detrás de las muertes y la violencia contra los miembros de la desmovilizada guerrilla no están agentes del Estado, pero sí agentes armados que se disputan corredores de narcotráfico, tales como las disidencias, el Clan del Golfo y otros grupos irregulares. Agregó que quienes dejaron las armas se encuentran hoy en todo el país: 3.000 en espacios territoriales, 3.000 en grandes capitales y los demás en 500 municipios.

La masacre de Algeciras, sin embargo, se dio apenas unos días después de que más de un centenar de desmovilizados con sus familias tuvieron que huir del espacio territorial de capacitación y reincorporación que el Gobierno les había organizado en Ituango. El desplazamiento que vivieron quienes le apostaron a la paz, en medio de una caravana de chivas, abre una enorme preocupación sobre los golpes mortales que recibe el proceso día tras día.

Fuente revista semana.

 Así fue la incursión armada en Algeciras

Algeciras revivió sus tiempos más oscuros por cuenta de la violencia.
El municipio, ubicado estratégicamente al oriente del Huila, amaneció con la noticia de una masacre en la zona rural de la población, la cual generó zozobra en cada rincón de la localidad.
Sobre las 8 de la noche del jueves 16 de Julio, seis hombres armados ingresaron a la vereda Quebradón Sur, localizada a una hora del casco urbano del municipio, y en una correría por la zona asesinaron a cuatro campesinos y dejaron heridos a un adulto mayor y a un niño.

En este hecho perdieron la vida Luz Stella Burgos Mabesoy de 34 años, Edinson Sebastián Moya Muñoz de 16 años, Luis Eduardo Gómez Marulanda de 22 años y Juan David Bello de 25 años.

Entre tanto, resultaron lesionados Noé Ahumada Cifuentes de 59 años, quien presenta herida en su brazo derecho, y un menor de 8 años edad con un impacto en su pie derecho, el pronóstico de estas personas es estable y no registran gravedad.

Tras el lamentable hecho, el Partido Farc denunció que una de las víctimas fatales era familiar del excombatiente Nencer Barrera Bustos, firmante del Acuerdo de Paz y quien se desempeña como escolta. Respecto a los otros tres asesinados se logró establecer que eran residentes del sector.

La correría de la muerte

Como un espectro en medio de la noche, la camioneta blanca 4×4 avanzó junto a dos motocicletas mordiendo el polvo con furia. De pronto los motores se acallaron y los pasos de seis hombres avanzaron por la carretera destapada haciendo eco en la noche, hasta escabullirse sobre el prado que rodea la vivienda de ladrillo a la vista ubicada en el sector denominado La Primavera en la vereda Quebradón Sur, donde residían junto a sus familiares los campesinos Luz Stella Burgos Mabesoy de 34 años y Edinson Sebastián Moya Muñoz de 16 años.

Edinson Sebastián Moya Muñoz de 16 años  y Luz Stella Burgos Mabesoy de 34 años.

Luego de entrar violentamente a la casa, los sujetos amordazaron a los dos campesinos en mención y los condujeron al exterior del lugar, donde finalmente les dispararon en repetidas oportunidades hasta dejar los cuerpos sin vida sobre el pastizal. Tras su huida dejaron llanto, miedo y vacío en los familiares de las víctimas que presenciaron los hechos.

10 minutos más adelante, en el sector conocido como La Danta, los sujetos accionaron nuevamente sus armas y a tiros asesinaron a otras dos personas identificadas como Juan David Bello y Luis Eduardo Gómez Marulanda.

Pero como si no fuera suficiente la sangre derramada en esta fatídica noche, por la misma trocha, los gatilleros se ensañaron contra la vivienda de Noé Ahumada Cifuentes de 59 años, quien resultó herido en una mano y tronco, junto a su nieto de 8 años que fue impactado en uno de sus pies.

Familiar de reincorporado

Se pudo establecer que Stella Burgos Mabesoy de 34 años, tenía dos hijos, era oriunda de Putumayo y pareja sentimental de alias ‘Sijín’, presunto integrante de la Unidad Óscar Mondragón de la Segunda Marquetalia, capturado el pasado 6 de junio, hermano de Nencer Barrera Bustos un reincorporado firmante del Acuerdo de Paz.

“Este grupo ingresó a la primera casa y allí asesinaron a dos personas. Una de ellas es la cuñada de Nencer Barrera, un firmante del Acuerdo (de Paz) y quien se desempeña como escolta”, dijo Camilo Fagua, abogado y defensor de Derechos Humanos del Partido Farc a través de Twitter.

Por otra parte, familiares del menor de 8 años que resultó herido en un pie, relataron los angustiosos momentos que vivieron en la noche del jueves en la vivienda.

El menor de 8 años que resultó herido en un pie fue remitido a un centro asistencial de Neiva.

“Dispararon indiscriminadamente, parte de la casa quedó como un colador. Ahí resultaron heridos mi sobrino y el abuelo, pero no se sabe por qué les dispararon”, contaron ayer en la mañana mientras se encontraban a las afueras del Hospital de Algeciras a la espera de que el menor fuera remitido a un centro médico de Neiva. Su pronóstico es satisfactorio.

El éxodo continúa

Con el sonido de las detonaciones de las armas de fuego en sus cabezas, y mientras caía la tarde en la ´Despensa Agrícola del Huila’, decenas de campesinos residentes en la vereda donde ocurrió la masacre, entre estos, familiares de las víctimas fatales y los heridos, con la mirada perdida por el futuro incierto, esperaban un vehículo que los sacara de la población.

Si bien la Personería Municipal no detalló cuantas familias desplazadas llegaron al casco urbano de la localidad el día de ayer, LA NACIÓN logró establecer que seis familias residentes en la vereda donde se registró la masacre abandonaron el municipio.

Es de recordar, que justamente el pasado viernes ocho familias integradas por 42 personas salieron del municipio por cuenta de panfletos intimidantes, pero en el transcurso de esta semana el número se había elevado a 13 familias y 64 personas. Tras los hechos del día de ayer, la cifra se desbordó y las autoridades oficiales no alcanzaron a entregar el reporte al cierre de esta edición.

Estas familias se suman a las más de 50 que tuvieron que abandonar el municipio en el primer semestre del año, según datos de la Oficina de Paz en el Huila, dentro de las cuales se encuentran al menos 15, de excombatientes de las Farc-Ep.

Total rechazo

El secretario de Gobierno Franky Vega Murcia en nombre del Gobierno Departamental repudió el asesinato de cuatro personas en el municipio de Algeciras y pidió la pronta recuperación de dos personas más que resultaron lesionadas en este ataque por hombres armados, donde la fuerza pública libra operativos contra grupos disidentes de las Farc.

Este hecho se registró horas después de la captura en este municipio de alias ‘Hermes’, cabecilla principal de la Unidad Óscar Mondragón de la Segunda Marquetalia, Columna Móvil Teófilo Forero, al mando de alias ‘El Paisa, quien sería el responsable de unos diez asesinatos de líderes y excombatientes en la zona rural de Algeciras.

La hipótesis que prima en este caso, es que los hombres armados llegaron reclamando el posible armamento de alias Hermes.

En consejo de seguridad se evaluó en la tarde de ayer la crítica situación tras la masacre en Algeciras. La cumbre estuvo encabezada por el comandante del Ejército, general Eduardo Zapateiro.

Las más recientes víctimas fatales de la violencia en esa población, con más de 24 mil habitantes y rica en producción de café, fueron Rusbel Anacona, un labriego, y Gentil Pasos Liscano, presidente de Junta de Acción Comunal, quienes fueron asesinados a tiros en el último mes.

El panorama en Algeciras no es nada alentador: en lo corrido de 2020, más de 100 personas han sido desplazadas y se reportan cerca de 20 asesinatos; las víctimas han sido campesinos, líderes sociales, exguerrilleros o familiares de excombatientes.***

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Nuevos detalles sobre la masacre en Algeciras

Con el pasar de las horas, se conocen nuevos detalles de la matanza ocurrida en la vereda Quebradón Sur del municipio de Algeciras y que dejó cuatro muertos y dos heridos, así como numerosos desplazados.
Testigos confirmaron que los victimarios eran seis y se desplazaban en dos camionetas color blanco y una motocicleta. En su recorrido de la muerte, se robaron una moto más. A dos de las víctimas las ataron de manos y les dispararon a sangre fría.

Luz Stella Burgos, compañera sentimental de alias Sijin, disidente de las Farc capturado hace poco, quedó mordiendo el lazo con el que fue atada. Fue asesinada delante de sus tres hijas menores de edad.

 

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