OPINIÓN ;
Pitalito; La estrategia de los delincuentes crece, el mapa lo tienen claro.
El mapa de la ciudad desde la mirada de los delincuentes tiene un potencial de estrategia que avanza en gran medida, mientras ellos “los delincuentes” que son en gran mayoría niños y jóvenes sin posibilidades de llegar a un colegio, con familias disfuncionales o con un entorno cultural y social lleno de falta de oportunidades, son los que deambulan por la ciudad generando un caos y una inestabilidad social que pone de manifiesto el crecimiento de su estrategia para cometer sus delitos; Ellos saben, qué zonas son vulnerables, qué lugares son más especiales para robar, qué rutas deben coger, a qué horas pueden actuar, cómo y qué personas pueden atacar; Su mapa natural de acciones es bien diseñado para sus fechorías y lo conocen perfectamente, sin que nadie puede entender su forma de actuar y su capacidad para evadir la seguridad, parecería que estudian con sigilo a su opuesto logrando así generar un ambiente de temor al andar por la ciudad y un sin sabor sobre quién sabe más de su entorno, si la autoridad o los delincuentes.
Estas incógnitas, nacen de las dudas de los ciudadanos que, por redes sociales, exigen mayor presencia de las autoridades y una estrategia gerencial y clara que arroje resultados precisos sobre qué deben hacer las autoridades para contrarrestar el flagelo, que tanto afecta a una comunidad, que exige a gritos un territorio libre de la delincuencia, que estudie el accionar de esos “delincuentes” que avanzan en medio de reclamos para sus autoridades sin que nadie pueda hacer nada. Inclusive algunos y hasta docentes con sorpresa, ven como una solución a este común denominador acciones de «limpieza» para acabar con el problema.
El discurso y el actuar de la seguridad debe ser promovido desde la importancia de reconocer los grandes focos generadores de esos entornos desiguales, que son el terreno fértil para el crecimiento de jóvenes y adolescentes motivados por varias razones a generar ese caos que hoy vive la segunda ciudad del Departamento del Huila.
Y es que atender no solo esos focos, sino los de violencias, que cada día se ven normalizados en entornos comerciales que crecen en dificultades sociales, económicas, llenas de estrés de trabajadores como el área automotriz o mecánica que avanza con grandes problemáticas para conseguir su comida diaria y en donde el afán y agite promueven la oportunidad para generar espacios de violencia e intolerancia en la ciudad, inclusive con problemas que van conectados a sus familias y se focalizan en esas violencias intrafamiliares que todos los días son noticia.
¿Cómo atender estas comunidades y cómo formar, para entender que quitando la vida a otro o tomando la justicia por nuestras manos no es la solución?
Y es que varios investigadores, como “Pedro Enrique Rodríguez, doctor en Psicología y docente de la Universidad del Valle, considera que “habitualmente la práctica de justicia por mano propia está vinculada a una reacción de indignación por parte de un grupo. Este es un fenómeno grupal. Si bien puede contar con un primer sujeto que activamente propicia el acto de ‘justicia’, es una anomalía que normalmente responde a la indignación, que se detona cuando una comunidad ha estado expuesta a la violencia, y que de alguna manera sobrepasa su capacidad de tolerancia”.
De igual manera, Rodríguez recalca que habitualmente los hechos de justicia por mano propia suceden en contextos donde los ciudadanos perciben que los cuerpos de seguridad y la ley no cumplen sus funciones mínimas.” 1
¿Entonces entendemos lo que pasa en nuestro entorno; Parecería que no?, la delincuencia es la suma de varios factores que deben ser atendidos con inteligencia
“¿Cómo llegaron a esos crímenes los delincuentes? ¿Qué resulta más costoso?, ¿combatir esa delincuencia con muertes y encarcelamientos o tener la posibilidad de invertir esa gran cantidad de recursos y quizás prevenir que eso hubiese ocurrido desde un comienzo? La historia nos enseña que las cárceles empeoran la seguridad pública. ¿Por qué se invierte más en represión, que sabemos no erradica las causas y no en educación o en tratamiento en salud mental y abuso de sustancias o inversiones en la generación de empleo para poder desarrollar la comunidad?
Se hace necesaria la intervención integral para la transformación de esta creciente amenaza a la convivencia ciudadana con propuestas claras de reivindicación social. Nunca hemos escuchado a jefes de gobierno, ni departamental ni nacional hablando de este tipo de cosas. Siempre los vemos en las fotos de los consejos de seguridad; jamás se les escuchan estrategias de transformación comunitaria. Así nunca se revierten esas tendencias. Lo que se hace es como tomar medicamento para la fiebre que produce una infección, sin combatir la infección misma.” 2
Ahora para entender este tipo de flagelos, según una investigación publicada por la revista de estudios sociales que describe la relación con las drogas en una muestra de 286 Adolescentes en Conflicto con la Ley en una ciudad europea, destaca algunas causas por la cual el ser humano llega a delinquir y caer en la delincuencia según la Empresa británica de seguros (Hiscox) son las siguientes: 3
- a) La pobreza extrema:
Una situación económica de pobreza extrema obliga a algunas personas a buscar salidas equivocadas, las cuales los conducen a actuar ilícitamente o a caer en los problemas de drogadicción, alcohol y otros excesos, y a veces a caer en el suicidio. Hasta el 2009, por año se cometían de 20.000 a 30.000 secuestros en el mundo y de estos secuestros nueve de cada diez se cometían en tan solo diez países, las tres cuartas partes de Latinoamérica, convirtiéndose así en la región de más alto riesgo.
- b) El desempleo
Otra causas que se detecta es el desempleo, que enfrenta y vive una gran cantidad de personas; las personas que atentan contra los bienes y la integridad física de los ciudadanos lo hacen, frecuentemente, por no tener un empleo estable que les garantice ingresos suficientes para mantener a su familia.
- c) La falta de educación
Esta es otra causa, la escasa y muchas veces inexistente educación de los ciudadanos genera delincuencia, agresividad y por supuesto inseguridad en aquellas personas que se mantienen al margen, pero que son los que sufren las consecuencias de esta situación.
- d) Bajo grado de cultura
Asimismo, la cultura tan pobre de nuestra población genera altos índices delictivos y de agresividad contra las personas. Puede afirmarse que, cuanta menos educación y cultura tengan las personas, serán más propensas a la delincuencia y al crimen.
- e) Entorno familiar descuidado
Entre los factores familiares que pueden tener una influencia negativa podemos incluir los siguientes:
La manera de disciplinar a los hijos por parte de los padres.
Un conflicto o una separación parental.
Padres o hermanos criminales.
La calidad de la relación padre-hijo.
Los niños criados por padres separados es más probable que comiencen a delinquir que los que tienen ambos padres naturales, sin embargo, si se tiene en cuenta el lazo que un niño siente hacia sus padres y el nivel de supervisión parental se considera que los niños en familias de madre o padre solteros no es más probable para delinquir. El conflicto entre padres se considera mucho más importante para que empiecen a delinquir que ser criado por un padre separado.
Así como si un niño tiene una supervisión parental baja. Muchos estudios han encontrado una relación fuerte entre una carencia de supervisión y la delincuencia, y esto parece ser la influencia más importante de la familia. Cuando los padres no saben comúnmente donde están sus niños, cuáles son sus actividades, o quiénes son sus amigos, es más probable que se ausenten de la escuela y que tengan amigos delincuentes que les conducen a delinquir. Una falta de supervisión está enlazada con relaciones deficientes entre hijos y padres, ya que hijos que están a menudo en conflicto con sus padres suelen estar menos dispuestos a contarles lo que a diario les sucede, por miedo y porque no confían en ellos.
Concluyo preguntando; ¿estamos haciendo las cosas bien o por el contrario debemos mirar que debemos hacer mejor.? Pitalito y el Huila se lo merecen.
Los elegidos por el pueblo para representarnos en sus curules de poder local, departamental y nacional en todas las esferas deben entender la prioridad de la vida enmarcada en el Artículo 11 de la carta magna ; El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte.
» La cuestión de la vida humana hoy es reconocida como valor primario y fundamental en todas las Cartas de los derechos humanos. Dicho reconocimiento es efectivo sólo cuando se acoge, se defiende y se apoya la vida de todo ser humano.»
Por Álvaro Pérez Pérez
Catedrático.