En una actividad coordinada por la directora y docentes de la institución educativa Liceo Freire se logró que los abuelos, los seres más consentidores y alcahuetes, se hicieran cómplices de los niños en un día de campo espectacular, en el que compartieron con plantas y animales, hicieron largos recorridos, hicieron picnic con los niños y disfrutaron de un exquisito fiambre preparado con la mejor sazón de las abuelas.
Muchos bailaron y se gozaron como nunca esta integración donde varios abuelos se volvieron a encontrar con sus amigos como cuando ellos eran niños.
“A pesar de sus años siempre tienen una sonrisa, un sí, un abrazo lleno de ternura y amor… ellos de pasos lentos pero firmes, son la caricia más tierna para los nietos. Son ellos el corazón de la experiencia y la sabiduría en los hogares del Liceo Freire”. Indicó Alba Judith Narváez su directora.
En otra actividad se permitió que los niños y sus padres dejaran volar la imaginación, al lado de una cometa que conjunto lograron elevar.