Un vocero del régimen de Xi Jinping respondió de esta forma la propuesta del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien abogó por una participación sólida y significativa de la isla en el organismo
Taiwán “no tiene derecho a sumarse a Naciones Unidas”, afirmó el miércoles un funcionario chino, luego de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, pidiera una mayor inclusión de Taipéi en las instituciones de la ONU.
“Naciones Unidas es una organización intergubernamental compuesta por Estados soberanos”, dijo a periodistas Ma Xiaoguang, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán en Beijing. “Taiwán es parte de China”.
Blinken lamentó que Taiwán esté cada vez más excluido del escenario mundial y abogó por una participación de la isla en el “sistema de la ONU”, en una declaración para marcar los 50 años de que la Asamblea General de la ONU votara la admisión de China al organismo, marginando así a Taiwán.
Beijing considera a Taiwán –a donde huyeron los nacionalistas chinos tras su derrota ante los comunistas en 1949– una provincia que debe ser reunificada, incluso por la fuerza si es necesario.
Ma dijo que la República Popular China es “el único gobierno que representa legalmente a toda China”, y urgió a los dirigentes de Taiwán abandonar la idea de depender de Washington para alcanzar su independencia.
Blinken dijo el martes que “una participación significativa de Taiwán en el sistema de la ONU no es un tema político, sino pragmático”.
Agregó que la comunidad internacional enfrenta un número sin precedentes de temas mundiales complejos, y que resulta crítico que todos ayuden a enfrentarlos, incluidas las 24 millones de personas que viven en Taiwán.
“Alentamos a todos los Estados miembro de la ONU a que se unan a nosotros para apoyar la participación sólida y significativa de Taiwán en todo el sistema de la ONU y en la comunidad internacional”, dijo el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken.
Así lo indicó en el 50º aniversario de la incorporación de China a la ONU, lo que significó que Taiwán se quedara desde 1971 fuera del sistema de Naciones Unidas y de otros organismos asociados ante las presiones chinas.
“Taiwán es un socio crucial de Estados Unidos y un éxito democrático”, agregó en medio de las crecientes tensiones con Beijing por el destino de la isla, cuya contribución es necesaria para hacer frente “a una cantidad sin precedentes de desafíos globales”.
En un comunicado capaz de despertar la ira del régimen chino, Blinken afirmó que la participación de Taiwán en el sistema de la ONU “no es una cuestión política, sino una cuestión pragmática”, e insistió en que está de acuerdo con la doctrina de Naciones Unidas con respecto a China.